Las relaciones amorosas entre hombres de edades muy distintas han sido una especie de mito dentro del mundo gay. Desde los anales de la historia griega hasta nuestra generación, la fascinación por hombres mayores siempre ha estado presente.
Este tipo de relaciones consentidas y compuestas por personas adultas (pero con una diferencia de edad significativa) tienden a llamar la atención y son mucho más susceptibles de despertar críticas negativas. El estigma sigue siendo parte de ellas aunque no como un obstáculo que impida que se produzcan. Hoy existen parejas realmente felices y saludables que han logrado prevalecer a través de los años en contra de todo pronóstico. Y es que, querámoslo o no, al añadido del estigma social, debemos sumar otro punto que a veces se hace insalvable: La diferencia de edad se traduce en una diferencia de mentalidad, aspiraciones y proyección de futuro.
No obstante, tampoco es imposible que el amor se imponga sobre todos los obstáculos. No tenemos más que recurrir a ejemplos como el del buzo Tom Daley y el guionista Dustin Lance Black. Ambos están felizmente casados y establecidos a pesar de que los separa una brecha generacional de 20 años. También encontramos al jugador de rugby Sam Stanely y su pareja Laurence Hicks, 34 años mayor que él. Se conocieron a partir de una plataforma de citas y hoy tienen planes de boda. Sin embargo, como cabía esperar, no faltaron aquellos que acusaron a Stanley de cazafortunas y a Laurence de pervertido.
Las palabras y los prejuicios no han bastado para separarlos y siguen adelante, del mismo modo que lo hacen estas parejas:
Christopher, de 36 años, y Derek, de 62, de Ciudad del Cabo (Sudáfrica)
Se vieron por primera vez en una celebración de cumpleaños. La pareja de Christofer en aquel momento fue el anfitrión de la fiesta aunque esa misma noche, al ver a Derek, el flechazo se produjo casi al instante.
“Tres meses después, mi ex me echó de casa porque no quería seguir manteniendo su adicción a las drogas con mi escaso sueldo. Fue entonces cuando Derek me ofreció una habitación libre. Un mes después de mudarme, nos convertimos en algo más que compañeros de piso. De repente, éramos pareja”.
Antes de conocer a Derek, Christofer se limitaba a tener relaciones con hombres de su edad. Pero nunca se puede decir de este agua no beberé y, de hecho, reconoce que siempre se había sentido atraído por hombres bastante más mayores que él.
“Mentalmente, me siento más a la par intelectualmente [con los hombres mayores] que con los de mi edad. Derek ha tenido una vida increíble y me ha enseñado mucho con sus experiencias vitales. Tiene la ventaja de poder ver en retrospectiva muchas de mis decisiones vitales”.
Ambos reconocen además que han tenido que enfrentarse a varios problemas. Christofer se vio obligado a enfrentarse al rechazo de su familia aunque, afortunadamente, con el tiempo, lograron aprender a aceptarlo al comprobar que era feliz y que se sentía seguro. Por supuesto, también hubo conocidos y familiares que no fueron capaces de asumirlo:
“Algunas personas no lo entienden, así que apartamos a esas personas negativas de nuestras vidas. La edad es sólo un número, el amor es el amor. Eres tan viejo como te sientes y no como te ves”.

Jermaine, de 27 años, y su ex, de 51, de Southampton, Reino Unido
Jermaine sólo tiene 27 años y ya desde su juventud tuvo claro que lo que le atraía eran los hombres bastante mayores. De hecho, sólo mantenía relaciones con ellos porque sentía atracción por su aspecto físico. Además, también opina que saben escuchar mejor.
Su última relación fue con un conductor de tren que acababa de divorciarse de su marido, con el que había mantenido una relación durante siete años. Fue en ese momento cuando contactó con Jermaine a través de Grindr.
“No tenía ninguna intención de tener una pareja, fue algo imprevisible. Sin embargo, desde el primer momento congeniamos”.
Tan solo tres semanas más tarde se mudaron a vivir juntos y aquello se extendió durante más de tres años.
Jermaine guarda un buen recuerdo de aquella relación:
“Siempre me sentí protegido a su lado. No sé qué tienen exactamente los hombres mayores pero transmiten una sensación de protección y seguridad indescriptible. Pero no duró tanto como hubiese deseado. Uno de los problemas de salir con ellos es que tienden a ser condescendientes y arrogantes y eso puede acabar desgastando la relación”.
La ruptura se produjo debido a sus constantes discusiones y a la dificultad de compatibilizar sus vidas debido a ritmos de trabajo y horarios muy distintos. En realidad, según cuenta, no estuvo motivada directamente por la diferencia de edad.
“Mis amigos siempre han sabido que me gustan los hombres mayores. Por lo que he notado en la gente de mi edad, la gente piensa que es raro que salgas con alguien de la edad de tu padre pero tienen sexo con ellos a puerta cerrada”.
Jay, de 41 años, y Dan, de 21, de Manchester, Reino Unido
Aunque Jay y Dan se conocieron en Gran Canaria durante unas vacaciones hacia el año 2017, ambos son de Manchester, Reino Unido.
Jay había superado ya la cuarentena y había decidido fijar su destino vacacional en España para disfrutar junto a otros chicos que conocía allí. Conoció a Dan a partir de conocidos en común y desde el primer momento sintieron atracción.
“Compartimos juntos el resto de las vacaciones y al regresar a Reino Unido volvimos a reencontrarnos y formalizamos nuestra relación. La diferencia de edad nos provocó inseguridad pero a medida que compartíamos tiempo juntos lo teníamos más claro”.
A él, siempre le han atraído los hombres más jóvenes porque, según piensa, son más dados a las aventuras. De hecho, juntos se han dedicado a ir al gimnasio, conocer gente y viajar.
Por su parte, Dan siempre ha sentido predilección por los hombres maduros y una de las cosas que más le gusta de ellos es que son más tranquilos. Su círculo de amigos, también es bastante mayor que él.
“También ayuda el hecho de que tengan amigos que también mantienen relaciones con una diferencia de edad.”
Jay le interrumpe:
“La diferencia de edad nos beneficia a los dos. Me ayuda a mantenerme joven y Dan descubre que puede tener conversaciones de adultos que normalmente no tendría con alguien de su edad. Mientras se compartan los mismos valores y ambos quieran lo mismo en la vida, la edad no debería ser un factor. No hay celos entre nosotros y la confianza es primordial”.
En el comienzo de todo, Jay tenía la preocupación de que los padres de Dan pusieran problemas en su relación. Sin embargo, afortunadamente, han logrado una aceptación y apoyo generales.
“Una relación es entre dos personas. Conocí a sus padres al poco tiempo de estar juntos y se dieron cuenta de lo feliz que era Dan y de lo interesada que estaba yo. El hecho de que nos separen 20 años no define quiénes somos como personas o como pareja. No son para todo el mundo y lo entendemos. Sin embargo, la mayoría de las parejas que conocemos y que también tienen una relación de edad diferente están de acuerdo en que simplemente funcionan”.
Al final, la clave está en escucharnos a nosotros mismos y seguir nuestros sentimientos. Todos tenemos derecho a tener la vida que realmente queremos tener y compartirla con aquellas personas que realmente deseamos.