La Hermana Mary Berchmans Hannan es la responsable de la dirección de la Georgetown Visitation Preparatory School. Esta escuela privada católica para niñas está situada en Washington D.C. y publica una revista para sus exalumnas. Todo comenzó cuando la escuela decidió anunciar las bodas de sus exalumnas LGTB.
La Hermana Mary publicó una carta en la que se podía leer el siguiente texto: «Recientemente, un amigo de Visitation me invitó a reflexionar sobre lo que significa vivir con Jesús en relación con nuestras alumnas LGBT+(…) La Iglesia es clara en su enseñanza sobre los matrimonios del mismo sexo. Pero, es igualmente claro en su enseñanza que todos somos hijos de Dios, que todos tenemos dignidad y somos dignos de respeto y amor. Comenzando con el número de otoño de nuestra revista de alumnas, publicaremos noticias sobre las uniones del mismo sexo de nuestras alumnas, junto con todas las actualizaciones que nuestros alumnos eligen compartir con sus compañeros de clase».
Dos días después una mujer llamó por teléfono de madrugada y dejó varios mensajes de voz con insultos y amenazas: «¡Hola hijos de puta, voy a quemar esa maldita iglesia, voy a bombardearla, perra! Voy a matarlos. Voy a enviar a mis malditos soldados, hijos de puta. Elimina a los malditos hijos de puta gay de tu revista, o voy a matar a tus hijos. Es una promesa».

Según los informes, la misma mujer volvió a llamar un minuto después para continuar amenazando: «¿Qué clase de sacerdotes pervertidos tienen ustedes dirigiendo el programa? ¿A nadie le importan esas chicas? ¡Estás aplastando al inocente y maldito gilipollas! Voy a volar la escuela y llamarlo una misión de Dios. Ustedes van a tener terrorismo dentro de su maldita escuela, hija de puta. Y vas a ser culpable. ¡Ya te lo advertí!».
Los investigadoras federales identificaron a Sonia Tabizada como la mujer que hizo estas llamadas. Lo más curioso del caso es que Tabizada vive en California, a más de 4.000 kilómetros de Washington. Y ni siquiera es exalumna de la escuela. Además, se ha declarado no culpable de las acusaciones a pesar de los mensajes de voz y los registros telefónicos.
La escuela no ha querido hacer declaraciones, pero la abogada de Tabizada ha asegurado que es un caso fuera de lo común. También dice que su cliente no ha hecho nada para intentar llevar a cabo las amenazas, ni ha tomado represalias. «No es como si hubiese gritado ¡Fuego! en un teatro lleno de gente», declaró. Y en eso tenemos que darle la razón.
Porque hacer una estupidez como gritar en un teatro no es algo que afecte sólo a los de siempre. Puede ser de mal gusto, pero no es un delito de odio. Lo que ha hecho en cambio deja claro qué piensa Tabizada de los homosexuales. Y todo simplemente por querer dar visibilidad a las bodas LGTB. Por querer anunciar los enlaces de exalumnas, como harían con los de cualquier otra persona.